Buscar este blog

Entradas populares

sábado, 29 de septiembre de 2012

Historia de una Tarde en la Playa.

Como si de la mismísima escuela de sirenas, hubiese salido, así nadaba con feminidad, si nadar tiene sexo, aunque desde luego hay que nadar con seso.

Se quedo mirando aquel espectáculo que le daba envidia no protagonizar más que nada porque el calor era mucho, por otra parte, pensó para sus adentros que de estar en el agua, no podría ver esa gracia natural al nadar. el donaire, aplicado al elemento agua, el estilo, equivalente a caminar con tacones en  la tierra y con gabardina en lluvioso invierno; el mismo taconeo pero cortando el mar a paladas  usando los armoniosos brazos tal cual estuviese interpretando una pieza musical.

Mientras todo ésto iba pasando por su mente, se sentía un poco Voyeur, casto, voyeur por disfrutar con y de la armonía en la brazada, y casto puesto que no ninguna lujuria sentía en ese momento, antes bien una gran ternura al ver la dama mimetizarse con la mar, estaba tan salada ella, como Salitre había en el mar y por otra parte hay una etapa en la vida en la que la lujuria siendo a deshora ya era cosa del pasado.

Por un momento envidió a quien le esperase en la orilla, tentado estuvo incluso de ofrecerle una toalla, pero no era plan, acercase así a una desconocida que además bien pudiera ser su hija.

Parecía libre del todo, lejana de cualquier tribulación si es que los humanos podemos alcanzar esa especie de "Nirvana" y sin reencarnarse pues bien me ha dicho la vida, que da de suyo experiencia, que no te fíes de la risueña apariencia, a veces no es más que mecanismo para esconder las zozobras.

En todo caso, le hizo recordar cuando él fue un hombre joven, también por aquel entonces hombre tímido que no había tenido enseñanza míxta ( más bien era mística..)  las chicas eran idealizadas de tal manera por mi,  que sólo faltaba la peana para adorarlas y para mi que de verdad eran vírgenes, a las que ni falta que les hacía aparecerse en el Escorial ..Lo eran por exigencias del Guión y también por convicción eran otros tiempos, no sé si mejores, pues la memoria es selectiva claro.

Algún día, pensó, me gustaría nadar a la vera, de una Orca, que desde luego no parecía asesina..Se, alejó pensando, qué pena a veces de las generaciones lejanas, seguro que tendríamos tantos intercambios de vivencias, el uno cansado y cínico ya, un poco creyente de nada, aquella chica, que trasmitía la idea de que todo es posible, con una sonrisa franca en los labios, decididamente el mundo era de ellos los jóvenes.