Estaba yo ligando bronce que a mi edad ya es lo único que se puede ligar, vamos que tomando el sol, debajo de una sombrilla playera, dejándome llevar por el deleite dominical de la lectura fresca con tinta que se te pega en los dedos y luego te los pasas por la frente y sin enterarte se te pone cara de carbonero, tal es así que sino te avisan das el cante; la prensa cada día gasta menos en tintas de calidad.
Pues estando en esa situación, vi delante de mi al levantar la vista, a una turista rubia, no demasiado atractiva ( que no todas las rubias han de ser necesariamente atractivas digo yo) y un negro, si!! era negro que no es racismo ¿Prefieren que diga de color o subsahariano? De los que venden gafas de sol, por el sistema de subasta puja-a- la- baja, y he aquí que los dos se pusieron de charla animadamente; al menos eso me pareció a mi, sigo leyendo y al cabo de un rato veo a la chica en poses de modelo cutre pues para ser modelo no vale todo el mundo, en poses inverosímiles, y al vendedor de gafas de fotógrafo improvisado. Vino a mi mente aquel latiguillo de cierta serie televisiva !! Buenoo aquí hay temaa!! y seguí leyendo....que no digan que uno no está a lo suyo..
Cuando páginas más tarde volví a levantar la vista ya no había turista, ya no había negro, no había toallas, ni tarros de bronceador..ni ningúno de los múltiples enseres que acompañaban a la dama. Habían cogido las de Villa-diego, eso es darle un buen servicio al turista o a la turista; lo que de dice fidelizar al cliente..No supe si sentir envidia por la facilidad para cual houdini, en un visto y no visto ( quiero pensar que no acabó todo en un plis-plas que nunca se sabe) hacer desaparecer a una rubia; por un momento malicioso yo, pensé en la buena fama del Subsahariano..Por otro en cómo pueden vivir vendiendo aquellas gafas, que nadie compra.
Me quedó la curiosidad de saber si le había vendido las gafas, aunque ahora que lo pienso...ella ya traía la suyas propias; todo sea por la integración y armonía entre los pueblos.
